El cerebro humano es capaz de reconocer patrones, sacar conclusiones de experiencias pasadas y aplicar estas conclusiones en escenarios futuros. Las técnicas de Inteligencia Artificial (IA) pretenden dar a los ordenadores estas capacidades típicamente humanas. Haciendo énfasis en aquellas técnicas más apropiadas para su aplicación en la minería de datos, enfocada a resolver problemas analizando grandes cantidades de datos disponibles en una base de datos.